Extraterrestres , como Monjes, En Argentina

En la madrugada del 31 de Agosto de 1990 varias personas advirtieron a unos humanoides efectuar ciertas actividades que despertaron la curiosidad de los testigos. En especial tres de éstos, que se opusieron a dar sus nombres, observaron cuanto hacía una de las criaturas de poco más de medio metro a escasas distancia de ellos.

El hecho tuvo lugar en la zona del barrio Supe de Berrisso Argentina de Ovnilogía, Luis Burgos, afirmó tras investigar el caso, que los testimoniantes más importantes prefifieron ocultar sus identidades para no tener problemas con la sociedad y sus familiares. Empero, uno que aceptó Luis Javier Mango, de 19 años de edad, sostuvo que ese día a las 4:30 horas vio a las extrañas presencias ataviadas con un traje que les daba la apariencia de monjes, los cuales inclusive se desplazaban sumamente veoloces conmocionando a los escasos habitantes de esta ciudad gaucha que deambulaban por la zona.

Exactamente en la intersección de dos calles, Nápoles y Puerto, el joven distinguió las apariciones que le causaron tan fuerte impresión, que en ese momento partió a toda velocidad en busca de un compañero de trabajo para que le ayudara a cerciorarse si lo que había visto era real.

Pronto junto con otro amigo regresaron ambos a la esquina referida donde comprobaron impávidos que los seres pequeños, vestidos efectivamente como monjes, se movían vertiginosamente de una acera a otra , como si estuvieran observando de cerca todas y cada una de las cosas que les iban llamando la atención; según reportaron después a "Diario popular" de Buenos Aires.

Entonces- sigue la nota periodística-, el joven que conducía una motocicleta a la que subió Luis Javier cuando fue en busca de su compañero de labores, ante el espectáculo instó a su amigo alejarse del lugar dejando a los extraños visitantes ocupados en curiosear cuando encontraban a su alrededor.

Dichos testimonios fueron luego confirmados por la Fundación Argentina de Ovnilogía, la cual averiguó tiempo después que existía otro fiel testigo de la escena. Este llegó a tener más aproximación a los alienígenas, acercándose hasta tres metros  de ellos sin que los diminutos entes manifestaran la más mínima preocupación por la presencia del terrícola.

El informante era un hombre de sólida posición económica que tampoco quiso revelar su nombre, pero aportó como detalles  fundamental que los dos seres que vio en la madrugada de aquel 31 de Agosto de 1990 eran muy bajitos de estatura, con movimientos rápidos y su rostro, que alcanzó a ver, similar al de los humanos, aunque denotaba una tonalidad grisácea y el cutis con escamas.

La apreciación del individuo cobró un valor más significativo, desde el momento que logró apreciar de frente a dichos intrusos de procedencia sin duda alguna espacial; coincidiendo no sólo en la descripción de Luis Javier Mango, sin también agregando la particularidad de los veloces movimientos de manos y pies que impedían distinguir con claridad esos miembros del cuerpo.

Y la investigación de Luis Burgos, dirigente en aquel tiempo de la agrupación ufológica de Argentina, añade finalmente que de acuerdo por tanto a los dataos recabados, los humanoides vistos en Berisso tenían entre 70 y 80 cm de estatura y a pesar de esto su fisonomía era proporcional, llamando la atención de los testigos- entre otros detalles-, el tipo de capa que utlizaban.

Fuente: Encuentros en todo el mundo
más de 100 breves casos de ovnis y extraterrestres
autor Luis Ramirez reyes.

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